Cuidados Intensivos para Animales Exóticos: Cuidados para los Mamíferos Exóticos de Compañía

Introducción

Los signos clínicos de enfermedad en los conejos (Oryctolagus cuniculus), roedores y otras especies de presa, pueden ser bastante sutiles y los individuos a menudo enmascaran signos de enfermedad hasta que ésta se encuentra bastante avanzada. Por lo tanto, es común recibir conejos, roedores y otros mamíferos exóticos de compañía por emergencias. Aunque la analgesia y la fluidoterapia son esenciales para todos los pacientes en estado crítico, este artículo se centrará en los consejos de cuidado de apoyo que pueden mejorar enormemente la probabilidad de una respuesta clínica positiva.

Guinea Pig in ICU

Figura 1. El cuidado de apoyo apropiado puede mejorar enormemente el resultado clínico. Foto proporcionada por la Dra. Ariana Finkelstein. Haga clic en la imagen para ampliar.

Alojamiento de pequeños mamíferos en estado crítico

Los conejos, roedores y otras especies de presa se estresan fácilmente en un ambiente hospitalario y deben ser alojados separados de especies predadoras como los gatos, los perros, los hurones (Mustela putorius furo) y la vida silvestre. Los pequeños mamíferos deben mantenerse idealmente en un área tenue y silenciosa, o al menos en un rincón tranquilo de la sala de cuidados intensivos. Se debe proporcionar algún tipo de seguridad visual o escondite, como una caja de cartón o una toalla quirúrgica pequeña. También puede ser útil cubrir una parte de la incubadora con una toalla o papel periódico. La seguridad visual puede ser particularmente importante para los conejos temerosos que elegirían ocultarse en lugar de tener acceso a los alimentos, agua y una caja de arena. Compruebe que el sustrato que se proporciona es seguro si es ingerido por el conejo, tal como un papel periódico triturado o un producto comercial de papel reciclado. Algunas especies sociales, como los conejos, también pueden beneficiarse de la presencia de un animal de compañía (Bays 2012).

Los pacientes críticos también pueden necesitar calor suplementario. Vea la sección sobre temperatura corporal a continuación.

Revise el artículo Cuidado Básico: Alojamiento de las Mascotas no Tradicionales para obtener información adicional.

Cámara de oxígeno

Si la dificultad respiratoria es evidente, el paciente debe colocarse en una cámara de oxígeno antes de ser manipulado para el examen físico. Si el espacio lo permite, coloque la jaula dentro de la unidad de cuidados intensivos (UCI). Si el paciente debe ser manipulado para ser transferido a la cámara de oxígeno, retire rápidamente cualquier secreción nasal presente si el estado del paciente lo permite. Al ser respiradores nasales obligados, la respiración de los conejos y roedores con dificultad respiratoria puede mejorar significativamente después de una limpieza gentil de la secreción purulenta de las fosas nasales.

Si su práctica carece de una cámara de oxígeno, se puede crear una unidad improvisada con el uso de una cámara de inducción conectada a una línea de oxígeno. Alternativamente, se puede colocar una bolsa de plástico alrededor de la jaula o sobre la parte frontal de la unidad de cuidados intensivos del hospital. Luego se coloca un tubo de oxígeno a través de la bolsa. Desafortunadamente, ambos métodos conllevan un serio riesgo de sobrecalentamiento, lo que puede exacerbar la dificultad respiratoria del paciente.

 

Medicar a los pequeños mamíferos en estado crítico

Las inyecciones subcutáneas son generalmente bien toleradas por los pequeños mamíferos, particularmente cuando se usa la aguja de calibre más pequeño posible y se alternan los sitios de inyección.

La musculatura epaxial es un sitio excelente para las inyecciones intramusculares en los conejos en estado crítico, ya que la masa muscular tiende a ser grande y se requiere de poca restricción manual a comparación con una inyección en el muslo. Cuando se realizan inyecciones intramusculares en pacientes pequeños, como los petauros del azúcar (Petaurus breviceps), las ratas y los ratones, inserte la aguja en un ángulo relativamente paralelo, no perpendicular, al fémur. Esto ayuda a minimizar el riesgo de introducir accidentalmente la aguja cerca del hueso o la vaina femoral.

Medicación oral

Los mamíferos exóticos de compañía reciben suspensiones orales o jarabes pediátricos cuando se deben administrar medicamentos por vía oral. Al igual que con los gatos y los perros, el sabor de la suspensión puede tener un efecto profundo en la aceptación del medicamento por el paciente y la facilidad de administración del fármaco. A veces los dueños pueden recomendar un sabor que su mascota pueda disfrutar, sin embargo, los conejos y roedores a menudo aceptan sabores de frutas. Los hurones a veces aceptan medicamentos con sabor a pollo, pero tienden a preferir los sabores dulces como el chicle, la uva, la naranja, el banano o incluso la vainilla. Asegúrese que el sabor que se utiliza para los hurones esté libre de azúcar ya que el insulinoma subclínico es un problema común en los hurones de mediana a mayor edad (vea la sección de Secuelas a continuación). Evite usar suplementos azucarados como el Nutri-Cal® (Tomlyn) en el hurón debilitado.

Aunque una fórmula magistral es un método superior para la administración de un fármaco, una píldora pequeña que no sea amargamente aromatizada a veces se puede moler finamente usando un mortero y pistilo y se puede ofrecer con una pequeña cantidad de alimento para bebés de sabor apropiado utilizando una jeringa.

Antibióticos

Recuerde que los herbívoros como el conejo y algunos roedores como el conejillo de indias (Cavia porcellus), son extremadamente sensibles a los antibióticos con un espectro Gram-positivo. Estos animales pueden desarrollar una enterotoxemia potencialmente fatal secundaria al crecimiento excesivo de “malas” bacterias como Clostridium spp. (Recuadro 1).

Recuadro 1. Antibióticos más propensos a alterar la flora gastrointestinal de los pequeños herbívoros
  • Antibióticos betalactámicos de primera generación (p. ej. amoxicilina, ampicilina)
  • Lincosamidas (p. ej. clindamicina, lincomicina)
  • Macrólidos de primera generación (p. ej. eritromicina)

Visite el artículo de LafeberVet titulado: Terapia Antimicrobiana y Disbiosis en los Conejos y Roedores para obtener información adicional.

Alimentación de los pequeños mamíferos en estado crítico

Independientemente del problema médico subyacente, el apoyo nutricional es vital para la supervivencia del pequeño mamífero gravemente enfermo. Al igual que todas las especies, la alimentación del paciente crítico sólo debe ser instituida cuando el animal está caliente e hidratado. La alimentación asistida con jeringa o incluso con la mano se recomienda generalmente para el paciente leve a moderadamente enfermo con perfusión adecuada e hidratación normal. Sin embargo, esta técnica requiere de tiempo y bastante paciencia. Asegúrese de alimentar una pequeña cantidad de comida a la vez cuando esté usando una jeringa. Si un pequeño mamífero anoréxico no está dispuesto o no puede engullir el alimento, la colocación de un tubo de esofagostomía o un tubo nasogástrico puede ser necesario.

Chinchilla syringe fed

Figura 2. Los pacientes leve a moderadamente enfermos son a menudo alimentados con una jeringa.

Visite la serie de videos de LafeberVet sobre la Alimentación con Jeringa de Pequeños Mamíferos Herbívoros y Alimentación con Jeringa de Hurones para obtener información más detallada.

Incluso cuando se requiere de apoyo nutricional, todos menos los pequeños mamíferos en estado más crítico, deben ser alimentados adecuadamente y deben contar con una fuente de agua. Aunque se debe recomendar a los dueños traer la “dieta regular” de su casa, la despensa del hospital idealmente debe incluir:

  • Heno fresco para los pequeños herbívoros
  • Pienso para roedores
  • Comida para bebés de pollo (libre de polvo de cebolla)
  • Comida para bebés de vegetales y frutas
  • Semillas de girasol para roedores omnívoros

También esté preparado para visitar su mercado local para comprar verduras y hierbas sabrosas como el cilantro y el perejil. El remojo de estos alimentos en agua antes de ofrecerlos a un conejo o roedor puede aumentar la aceptación ya que las verduras tienden a ser más turgentes. Esto también puede aumentar la cantidad de fluidos tomados por vía oral.

Aunque muchos hospitales de animales exóticos mantienen un suministro de gusanos de harina o grillos, evite la alimentación de insectos al paciente insectívoro debilitado. La quitina en el exoesqueleto de los insectos es una fuente de nitrógeno no proteico que puede ser perjudicial para el equilibrio hídrico y la función renal en el paciente crítico (Donoghue 2006).

Ofrezca comida y agua en recipientes robustos, a menos que el paciente normalmente reciba una botella de agua en su casa. Se puede colocar una pequeña bandeja de plástico debajo de la botella de agua para evitar que el paciente se moje cuando hay goteos o mal funcionamiento de la botella de agua.

Rabbit with food in solid crock

Figura 3. Ofrezca alimentos sólidos y agua en recipientes robustos, a menos que el paciente esté acostumbrado a las botellas de agua. Foto proporcionada por la Dra. Ariana Finkelstein. Haga clic en la imagen para ampliar.

Monitoreo del pequeño mamífero en estado crítico

El monitoreo del mamífero exótico de compañía en estado crítico es un difícil acto de equilibrio. Con la excepción del hurón, una especie depredadora gregaria, la necesidad de monitorear de cerca al paciente debe ser equilibrada con la necesidad del animal de tener tranquilidad y su deseo de esconderse.

Apetito y eliminaciones

Vigile de cerca el apetito del paciente, la producción de orina y la producción fecal. Cuente las bolitas fecales cada hora si es necesario. Independientemente del problema subyacente, la anorexia puede conducir rápidamente a lipidosis hepática, hipomotilidad gastrointestinal e incluso al íleo.

Signos de dolor o enfermedad

Observe al paciente por signos de dolor o enfermedad, particularmente antes de la restricción manual.

  • El conejo o el roedor adolorido puede exhibir una postura encorvada, tensión abdominal y bruxismo.
  • El hurón que sufre de dolor abdominal también puede exhibir bruxismo y los hurones con nausea pueden babear copiosamente y/o se rascan la boca con las patas delanteras en forma vigorosa.
  • Es común observar a las especies de presa estresadas simplemente sentadas, calladas y tensas, interactuando poco con su entorno y exhibiendo pocos signos de incomodidad, incluso con trauma agudo. Esto significa que los signos de angustia o decaimiento pueden ser extremadamente sutiles, como mantener los ojos medio cerrados o una mirada apagada o distante.
  • También observe si el paciente se está acicalando. Una apariencia apagada y grasienta del pelaje puede indicar una disminución del comportamiento de aseo. El aseo reducido también permitirá que las lágrimas de porfirina se acumulen alrededor de los ojos y la nariz en pequeños roedores como las ratas y los ratones (vea la sección Secuelas a continuación).

Por último, tenga en cuenta la biología de su paciente. Un técnico de la unidad de cuidados intensivos trabajando el tercer turno puede observar una actividad significativamente mayor en las especies nocturnas como las ratas o los hámsters. Estas especies son naturalmente inactivas durante el día, haciendo la evaluación conductual aún más difícil.

Peso corporal

Los pacientes se deben pesar por lo menos dos veces al día usando una escala digital exacta. Para los pacientes pequeños, la balanza idealmente debe pesar en incrementos de 1 gramo, ya que los cambios pequeños en peso pueden ser clínicamente significativos.

Signos vitales

Al igual que la evaluación del comportamiento, la medición de los signos vitales no es necesariamente un proceso simple en los mamíferos exóticos de compañía.

Frecuencia respiratoria

La frecuencia respiratoria es el parámetro más fácil y menos estresante para medir, suponiendo que se pueden observar las respiraciones a una distancia.

Frecuencia cardíaca

La frecuencia cardíaca del hurón es normalmente de 180 a 250 latidos por minuto (lpm), pero puede aumentar con la excitación o disminuir con la arritmia sinusal respiratoria normal de esta especie. A diferencia de la mayoría de los mamíferos, el corazón del hurón se localiza relativamente caudal dentro del tórax y la auscultación se realiza mejor entre el séptimo y décimo espacio intercostal.

La frecuencia cardíaca normal del conejo puede ser bastante similar a la del hurón, sin embargo las razas pequeñas tienden a tener frecuencias cardíacas más altas que pueden alcanzar los altos 200 o bajos 300 latidos por minuto (Recuadro 2).

Recuadro 2. Frecuencias cardíacas normales reportadas en especies seleccionadas (Quesenberry 2012)
Especie Frecuencia cardíaca (latidos por minuto)
Erizo africano 180-280
Chinchilla 150-350
Hurón 180-250
Gerbo 260-600
Conejillo de indias 240-310
Hámster 310-471
Ratón 427-697
Conejo 180-330
Rata 313-493
Petauro del azúcar 200-300

No importa el tamaño del paciente o su grado de taquicardia, las frecuencias cardíacas nunca son “demasiado altas para contar”. Para contar una frecuencia cardíaca rápida, seleccione un intervalo de tiempo predeterminado para contar los latidos (normalmente 6 o 10 segundos). Luego cuente los latidos del corazón auscultados en tiempos de ocho:

1,2,3,4,5,6,7,8…
2,2, 3,4,5,6,7,8…
3,2,3,4,5,6,7,8…

Cuando termine el tiempo, simplemente calcule los latidos por minuto (Recuadro 3).

Recuadro 3. Ejemplo de conteo y cálculo de una frecuencia cardíaca rápida
Nuestro paciente, un petauro del azúcar, es sujetado con una toalla pequeña y se coloca un estetoscopio pediátrico suavemente sobre su pecho. Mientras ignora sus sonidos de suprema indignación tanto como sea posible, usted mira el reloj en la pared mientras escucha los rápidos latidos del corazón. Cuando la segunda manilla del reloj llega a 12, usted empieza a contar “1,2,3,4,5,6,7,8 … 2,2,3,4,5,6,7,8 … 3,2,3,4,5,6,7,8. “. Cuando usted termina” 4,2,3,4,5,6,7,8″ se acaban los 6 segundos.

8 por 4 equivale a 32. Así que es 32 latidos en 6 segundos o 320 latidos por minuto.

Temperatura corporal

La temperatura corporal de los hurones y conejos normales oscila típicamente entre los 37.7-38.8 °C (100-102°F) (Recuadro 4). Con la excitación y el forcejeo, la temperatura corporal puede elevarse a los 39.4 °C (103 °F) o incluso los 39.7 °C (103.5 °F).

Con la excepción del hurón, las medidas rectales (o cloacales) de la temperatura se reservan a menudo para los pacientes severamente debilitados o para los individuos bajo anestesia general (Recuadro 4). Utilice un termómetro rectal pequeño, suave y flexible, con una cantidad suficiente de lubricante y una técnica suave. Tenga en cuenta que la pared rectal es particularmente delicada en los conejos y puede ser perforada con una técnica agresiva.

Recuadro 4. Temperatura corporal normal reportada en especies seleccionadas (Quesenberry 2012)
Especie Temperatura
°C °F
Erizo africano 35.4-37.0 95.7-98.6
Chinchilla 37-38 98.6-100.4
Hurón 37.8-39.2 100-102.5
Gerbo 37.4-38.2 99.3-100.8
Conejillo de indias 37.2-39.5 99.0-103.1
Hámster 36.1-38.9 97-102.3
Ratón 37.1 98.8
Conejo 37.8-39.2 100-102.5
Rata 37.2-39.2 99-100
Petauro del azúcar* 32 89.6
*Temperatura cloacal

Algunas clínicas de animales exóticos utilizan termómetros infrarrojos. Aunque parece haber poca correlación entre las mediciones de temperatura en el oído y el recto, la temperatura auricular se puede utilizar para detectar tendencias. El uso de laser infrarrojo para medir la temperatura sin la necesidad de tener contacto con el animal es una técnica prometedora para monitorear a los pequeños mamíferos; sin embargo, algunos estudios en animales de laboratorio muestran poca correlación entre la temperatura rectal y los valores obtenidos con termómetros infrarrojos (Chen 2006, Devalle 2005, Saegusa 2003).

La mayoría de los pequeños mamíferos que se encuentran en shock hipovolémico, tienen hipotermia o una temperatura inferior a los 36.6 °C (98 °F). Estos pacientes deben ser calentados activamente utilizando métodos que calienten no sólo la superficie externa del paciente, sino también la temperatura corporal central (Recuadro 5).

Recuadro 5. Métodos de calentamiento externos y centrales
Externos Centrales
  • Manta de aire caliente forzado
  • Manta de circulación de agua caliente
  • Incubadora
  • Compresas de agua caliente o bolsas de arroz calientes*
  • Fluidos intravenosos o intraóseos calentados a la temperatura corporal
* Al igual que en otras especies, las técnicas de calentamiento por conducción como las botellas de agua caliente o las bolsas de arroz pueden utilizarse en los pequeños mamíferos, pero se debe tener cuidado. A medida que estos elementos se enfrían, estos dirigen rápidamente el calor lejos del paciente.

Los cambios de temperatura pueden ocurrir rápidamente en los pacientes pequeños o en el largo y delgado hurón. Por lo tanto, vigile a su paciente con cuidado para asegurarse que las lecturas de temperatura no sólo se muevan en la dirección deseada, sino también que el animal no comience a sobrecalentarse. Los signos de sobrecalentamiento, como la respiración con boca abierta, se observan más comúnmente en pacientes que tienen sobrepeso, tienen un pelaje denso o están estresados.

Estados de perfusión e hidratación

El color de las membranas mucosas y el tiempo de rellenado capilar proporcionan información sobre la perfusión vascular o el flujo sanguíneo a los tejidos (Recuadro 6). La perfusión es un mecanismo relacionado pero separado a la hidratación, que es una medida del contenido de fluido intersticial (Hackett 2015) (Recuadro 7).

Recuadro 6. Indicadores físicos del estado de perfusión
  • Tiempo de llenado capilar
  • Color de las membranas mucosas*
  • Frecuencia cardíaca
  • Presión arterial
  • Temperatura
* La visualización del color de las encías puede ser estresante en el conejo o roedor consciente, sin embargo se puede halar suavemente el párpado inferior para evaluar el color de las membranas mucosas
Recuadro 7. Indicadores físicos de la hidratación del paciente
  • Humedad de las membranas mucosas
  • Elasticidad de la piel, turgencia de la piel
  • Peso corporal

Presión arterial

La mayoría de los pequeños mamíferos con shock hipovolémico tienen hipotensión, es decir una presión arterial sistólica inferior a los 90 mmHg. La presión arterial sistólica para los pequeños mamíferos mide normalmente de 90 a 120 mmHg (Lichtenberger 2012, Lichtenberger 2004).

La presión arterial indirecta se puede obtener mediante técnicas oscilométricas o Doppler. El cristal de un monitor cardíaco Doppler (Parks Medical) se puede colocar en la base de la cola en los hurones o en la parte distal del pie en los conejos y un esfigmomanómetro se utiliza para tomar lecturas de presión arterial.

Rabbit with Doppler heart monitor

Figura 4. El cristal de un monitor cardíaco Doppler se puede colocar en la base de la cola en los hurones o en la parte distal del pie en los conejos. Foto proporcionada por la Dra. Marla Lichtenberger. Haga clic en la imagen para ampliar.

Recuperación post-anestésica

Después de una anestesia prolongada, es frecuente que el mamífero pequeño en recuperación entre en la “fase flácida”. Esta etapa de recuperación tiende a ser más profunda en el hurón, en el que su cuerpo largo se vuelve flojo o flácido. Puede tomar minutos a horas para que el paciente se mueva. Aunque el estado de salud subyacente del paciente puede afectar este proceso, este período de recuperación prolongado es a menudo el resultado de la inhabilidad de mantener la temperatura corporal normal, particularmente durante períodos prolongados de anestesia. Por lo tanto, la prevención mediante el uso de calor suplementario es particularmente importante.

Una vez el paciente comienza a despertarse, este tiembla para generar calor corporal. Por lo tanto, se debe monitorear la temperatura corporal con frecuencia. La inserción de una sonda de temperatura rectal puede minimizar la incomodidad asociada con múltiples inserciones de un termómetro. Además de las técnicas estándar de monitoreo, asegúrese de girar el paciente con frecuencia, al menos cada 1 a 2 horas. El giro frecuente de decúbito lateral izquierdo a derecho sirve para despertar al animal y es particularmente importante en pacientes que reciben altas tasas de fluidos para minimizar el riesgo de acumulación de líquidos.

 

Terapia con fluidos para el mamífero crítico

La fluidoterapia intravenosa o intraósea ayuda a estabilizar a los pacientes críticos. Garantice la entrega segura y precisa de fluidos a su pequeño paciente con el uso de una bomba de fluidos que pueda administrar con precisión fluidos de hasta 0.1 ml por hora. También se puede usar una bureta, pero esta por sí misma no impide el suministro de exceso de volúmenes de fluido.

Se debe monitorear a los pequeños mamíferos que reciben fluidos muy de cerca, ya que cambios profundos pueden ocurrir rápidamente. Los signos iniciales de sobrehidratación pueden ser muy sutiles. Estos pueden incluir la secreción nasal serosa, quemosis o hinchazón conjuntival y el aumento de la turgencia de la piel. A medida que el problema avanza, el paciente desarrollará edema periférico y aumento del peso corporal.

Los tejidos subcutáneos pueden incluso desarrollar una consistencia “gelatinosa”. Si no se controla, la sobrehidratación puede conducir a un aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea) e incluso a la dificultad respiratoria (disnea) (Recuadro 8) (Hackett 2015).

La línea de fluidos y el sitio del catéter también deben ser cuidadosamente monitoreados, ya que los catéteres pequeños pueden bloquearse fácilmente. Además, los pacientes que tienen toallas en sus jaulas pueden enredarse rápidamente, haciendo que la línea de fluidos se doble o incluso pueden halar y remover el catéter. Este problema es particularmente común en los hurones, los cuales tienen una necesidad instintiva de excavar y esconderse. Proveer una toalla quirúrgica pequeña satisface las necesidades de comportamiento del hurón mientras que minimiza el riesgo de estas complicaciones. La línea de fluidos también debe estar protegida para prevenir la masticación por conejos y algunos roedores. A medida que su estado clínico comienza a mejorar, la mayoría de los conejos que reciben fluidos requieren de collares isabelinos, vendajes extensos o incluso sedación para evitar que se quiten el catéter o mastiquen la línea de fluidos. Por supuesto, el estrés de los collares isabelinos debe ser considerado en relación a los beneficios de la terapia de fluidos. Los collares también previenen la ingestión normal de los cecotrofos o “heces nocturnas, ricas en nutrientes.

Por último, tenga cuidado al enjuagar los catéteres. Se debe monitorear el volumen y la frecuencia de los enjuagues para asegurar la funcionalidad del catéter y evitar el exceso de administración de heparina o fluidos a su pequeño paciente.

 

Posibles secuelas del estrés de la hospitalización

Conejos y roedores

El pequeño herbívoro gravemente enfermo está siempre en riesgo de desarrollar a href=”https://lafeber.com/vet/gastrointestinal-problems-in-rabbits/”>estasis gastrointestinal, una condición potencialmente fatal. El desarrollo de estasis o íleo gastrointestinal suele ser multifactorial, pero puede implicar el estrés, el dolor y la deshidratación. Por lo tanto, cualquier evidencia de hipomotilidad gastrointestinal como la reducción del apetito, escasez de heces o ausencia de heces debe tomarse muy en serio.

La secreción oculonasal roja, o secreciones de porfirina de las glándulas Harderianas oculares, se considera generalmente una respuesta no específica al estrés o la enfermedad en los pequeños roedores.

Hurones

El tumor de células β de los islotes pancreáticos o insulinoma es extremadamente común en los hurones de mediana a mayor edad y el estrés de la hospitalización y de la enfermedad crítica puede precipitar una crisis hipoglicémica en los hurones con enfermedad subclínica. Los signos de hipoglicemia en el hurón pueden incluir la debilidad, ataxia, estupor, paresia posterior, colapso, actividad convulsiva y signos de náuseas. Las náuseas en el hurón suelen manifestarse como babeo copioso y/o hurones que tratan de rascarse la boca.

El estrés también puede empeorar o precipitar otra condición común en el hurón: la gastritis por Helicobacter. Se debe monitorear a los pacientes por signos de bruxismo, náusea, vómitos o cambios en las heces tales como la diarrea o incluso la melena.

 

Resumen

Debido a que las especies de presa con frecuencia enmascaran los signos de enfermedad, ésta puede estar bastante avanzada en el momento en que se evalúa un conejo o roedor. A menudo se requieren técnicas de medicina de emergencia y de cuidados críticos; sin embargo, el tratamiento sólo puede ser tan agresivo como la personalidad del paciente lo permita. El estrés puede desempeñar un papel importante en el resultado clínico y por lo tanto, se deben realizar todos los esfuerzos para minimizar el estrés del paciente.

 

Referencias

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Quesenberry KE, Carpenter JW (eds). Ferrets, Rabbits, and Rodents: Clinical Medicine and Surgery, 3rd ed. Philadelphia, PA: WB Saunders; 2012.

 

Recuadro 8. Posibles señales de sobrehidratación
  • Secreción nasal serosa
  • Quemosis
  • Aumento de la turgencia de la piel
  • Consistencia gelatinosa de los tejidos subcutáneos
  • Aumento del peso corporal
  • Edema periférico
  • Taquipnea
  • Disnea